... Y volvió a
escuchar esa voz en que la imploraba ayuda, una voz de niña que le suplicaba
que la ayudase a saciar ese sufrimiento. No podía acallarla, no podía dejar de
pensar en esa voz que resonaba en su cabeza ¿como ayudarla? No tenia idea
alguna de quien era y que le ocurría. Todo se repetía por la noche cuando
dormía, la misma voz pidiendo ayuda. . .
Siempre
despertaba con lo mismo pero ¿ayuda de que? Intentó en vano preguntárselo a
ella pero nunca obtuvo respuesta. Ahora la veía, no tenía más de ocho años,
vestía un vestido gris a juego con su mirada y en vez de sostener una muñeca
sostenía un demonio entre sus brazos, y el lugar. . . era un cementerio. No
sabía que hacía esa niña en un sitio como aquel, ahora ya no dormía, algo le
inquietaba, no quería descubrir lo que se ocultaba detrás de todo.
Era enorme la
voluntad de esta chica pero al final cayó rendida y entonces la vio, era una
niña preciosa que la miraba con aire triste, ese no era un lugar para alguien
tan pequeña:
- Ayuda por favor- imploró una vez
más la pequeña.
- Si, si te ayudaré pero dime quien
eres.
- Me he perdido, quiero volver a
casa- dijo ella con aquella voz triste.
- Pero ¿donde vives? ¿Quien eres?
- ¿No lo recuerdas? Tu eres yo- dijo
la niña sonriendo-Subí para dar un paseo por el cementerio con mi muñeca
favorita y sin darme cuenta me perdí y no se donde está la entrada para volver
¿Tu lo sabes?
- - ¿Pero quien eres?- Preguntó
desesperada.
- Ya te lo he dicho, tu eres yo, me
llamo Gaia y soy hija de Satanás, he subido como cada noche a dar una vuelta
por el cementerio, que es mi lugar favorito. Algo me llamó la atención y me
desvié, ahora no se volver- dijo Gaia, dejó de hablar para coger aire y
prosiguió- Siempre te he pedido ayuda, llevo 10 años gritándote pero nunca me escuchaste,
hasta ahora- la miró y sonrió.
- No puede ser. . .no puede ser-
Dijo ella que también se llamaba Gaia- No me acuerdo de nada, me encontraron
inconsciente, solo me acordaba de mi nombre yo. . .
Dejó de
hablar, algo le venia a la memoria, la muñeca que sostenía la había visto en
algún sitio, se acordaba, se llamaba. . .Laira! Si, se acordaba, tenía ese
nombre por su tía. Entonces empezó a recordar el cementerio, sus tumbas,
lápidas y. . .como se perdió, si. . . ella era hija de un demonio, del gran
demonio y ella su única hija. La niña sonrió al ver su cara, su misión había
acabado, le tendió la mano para que se la cogiera.
- Volvamos a casa Gaia.
Se despertó
gritando, todo había sido una pesadilla, miró a su alrededor. . . no era su
habitación, estaba rodeada de demonios que se arrodillaron ante ella. Había
regresado a su hogar, había regresado al reino de los infiernos.
-Bienvenida de
nuevo princesa Gaia.
Uno de ellos
le tendió la mano y ella la tomó ayudándose a levantar, caminó por ese lugar
como hacia de pequeña, había vuelto, la princesa había vuelto a su hogar.